martes, 30 de mayo de 2017

Trump arremete contra Alemania y le acusa de dañar la economía de EEUU

 El presidente de Estados Unidos ha dado hoy la razón al histórico veredicto de la canciller alemana, Angela Merkel. Washington ha dejado de ser un aliado y Europa debe empezar a tomar las riendas de su futuro.
La respuesta muestra al desnudo la ideología de la Administración estadounidense. Ya no hay intereses comunes por encima de los nacionales.
En este horizonte, el patriotismo económico propugnado por el presidente y su estratega jefe, Steve Bannon, tiene en Alemania su blanco perfecto. La nación que resurgió de las cenizas de la mano del Plan Marshall ve ahora cómo su prosperidad desata los peores humores de su hermano trasatlántico.
Ante este pulso, Merkel ha mostrado los dientes y su Gobierno llegó a sugerir que estaba dispuesto a emprender una guerra comercial.
 La sangre no ha llegado al río, pero el desencanto tampoco ha dejado de crecer. La visita de la canciller a Washington en marzo ya dio un anticipo de esta glaciación. Merkel aterrizó con la idea de que era “mejor hablar uno con otro, que uno de otro”. Bajo esta argumento, recordó la larga amistad germano-estadounidense y los intereses compartidos. De nada sirvió. El viaje se saldó sin avances y en la retina del mundo sólo quedó una imagen: Trump evitando (o eso pareció) dar la mano a la canciller.


Dejando a un lado mi opnión nefasta sobre Trump no solo como presidente que quiere llevar unos planes demasiado nacionalistas,como persona (que me parece deplorable) me parece una falta tan grave de educación y más viniendo de un presidente no ofrecerle la mano a Merkel ni tan siquiera  mirarla en la cara  frente a  todos los periodistas, quizá se vio intimidado, una de las personas más influyentes del momento, le pìsa los talones y no cede ante sus planes, ¡ que gran humillación!
una mujer,le planta cara y puede salir perdiendo.